Se acerca el buen tiempo y mucha gente ya empieza a organizar sus vacaciones. Muchos optamos por un destino de playa y la primero que tenemos que resolver es: ¿estará la playa adaptada?, ¿nos podremos bañar?
A pesar de que, por suerte, cada vez nos encontramos con más playas adaptadas y con servicios de baño adecuados para personas con movilidad reducida, mucha gente opta por tener su propia solución y así no depender de imprevistos o desagradables sorpresas.
Os vamos a hablar de la Tumboroller de Rodem. Una silla/tumbona de baño que puede ser utilizada tanto en playa como en piscina y que para nosotros, a día de hoy, es imbatible en muchos sentidos. Por su simplicidad, practicidad y precio, estamos ante la que se ha convertido en nuestra referencia como silla para disfrutar de nuestros baños en verano.
Tuvimos la suerte de realizar una prueba a fondo de la Tumboroller durante 15 días el verano pasado. Baños con distintos usuarios, probando con distintas personas a la hora de empujar, opinión de socorristas y personal de asistencia de playas y todos coincidimos en una cosa: era la mejor silla de playa que habíamos probado hasta el momento.
Antes de describiros en profundidad las características de la Tumboroller os queremos hablar de las ventajas que supone tener nuestra propia silla de playa y aspectos a tener en cuenta. Los dos principales motivos por los que me empecé a plantear tener mi propia silla para disfrutar de la playa fueron:
- Poder acudir a playas que no estén adaptadas o no tengan servicio de baño adaptado.
- En playas con servicio de baño con sillas anfibias, no depender de que la silla esté libre y poder disfrutar el tiempo que crea oportuno de estar en el agua o en la orilla. Tampoco depender de los horarios de los puntos accesibles.
Solo por estos dos motivos os aseguro que vale la pena tener nuestra propia silla de playa. Pero quedaba la segunda parte, elegir la que ofrezca el mayor número de ventajas en cuanto a portabilidad (facilidad de ser transportada en el vehículo), facilidad de uso en la playa rodando, facilidad de transferencia y por último altura.
Probando distintas soluciones que hay en el mercado, la Tumboroller es la que ha cumplido con nota todos los aspectos. Y para mi sorpresa, su precio es de los más razonables ya que cuesta la mitad o incluso la tercera parte que otras soluciones.
La TumboRoller es uno de los productos estrella de Rodem para facilitar el baño. Está fabricada con tubería de aluminio y tornillería de acero inoxidable, textil resistente fácilmente desmontable y por lo tanto sustituible si fuera necesario. Sus ruedas Wheelez la convierten en la silla anfibia que mejor rueda por la playa como os contaremos a continuación. La Tumboroller es ligera, resistente, manejable y cómoda de transportar ya que es plegable y sus ejes de acero inoxidable son de extracción rápida mediante un pasador.
Uno de los éxitos de esta silla anfibia es su sencillez
Estamos ante una tumbona plegable con ruedas adecuadas para circular por la arena de playa que tiene una serie de detalles muy cuidados cuyo resultado final es sobresaliente.
El proceso de plegado es sumamente sencillo y con solo quitar un par de pasadores plegaremos el respaldo y la transportaremos rodando con muchísima facilidad. Si queremos quitar las ruedas, también mediante pasadores, realizaremos la operación en muy pocos segundos y sin herramientas. No tendremos multitud de piezas sueltas ya que nos quedará la estructura por un lado y las dos ruedas por otro.
Con una altura adecuada
A diferencia de otras sillas anfibias, la Tumboroller te permite disfrutar del sol en la playa a la altura de los demás, tumbado a ras del suelo pero con la ventaja que no te ensucies de arena. Está diseñada para que el acceso al agua y las salida del agua a la silla sea muy cómoda ya que la distancia al suelo es mínima. Es un punto muy importante para aquellos usuarios que quieren salir de la silla cuando están dentro del agua. Y gracias a esa altura también es muy cómodo cuando queremos volver a sentarnos en ella y salir del agua.
Muchas personas pueden pensar que esta baja altura es un inconveniente a la hora de la transferencia, pero Rodem ha pensado en ello y la transferencia se puede hacer de manera sencilla aprovechando el respaldo de la silla como veremos a continuación.
Facilidad de uso y comodidad del usuario
Es increíble la facilidad con la que una sola persona nos puede empujar por arena de playa densa. Esta facilidad de uso está determinada por un cuidado diseño donde una vez que nos inclinan el centro de gravedad queda muy compensado y requiere muy poco esfuerzo por parte de la persona que nos empuja. Varios trabajadores del punto accesible probaron y todos coincidieron en que era la silla que requería menos esfuerzo con diferencia de todo lo que habían probado.
El hecho de tener un respaldo elevado hace que incluso personas que puedan tener problemas para mantener la cabeza, estén apoyados en todo momento.
Otro de los aspectos interesantes en cuanto a comodidad del usuario es que al tratarse de una tumbona, permite que podamos cambiar el ángulo del respaldo en distintas posiciones. Una maniobra que de nuevo se realiza de manera sencilla con un simple pasador. Podemos colocar el respaldo a 30º, 75º, 90º y 180º, es decir, totalmente tumbada. Nos hemos encontrado muy cómodos tumbados y de nuevo no encontramos comparación con todas las opciones de postura que nos permite.
Un detalle muy interesante es el hueco que tiene para que podamos colocar los pies más abajo y estar más cómodos. ¡Otra prueba de que Rodem ha diseñado esta silla cuidando todos los detalles!
¿Cómo usamos la Tumboroller en el agua?
La Tumboroller no es una silla para estar flotando en el agua, cuando estés dentro del mar siempre tienes que ir acompañado pero Rodem dispone de unos estabilizadores opcionales que facilitan la tarea al acompañante.
En nuestro caso no usábamos los estabilizadores ya que abandonábamos la silla una vez dentro del agua. Al no tener ningún elemento de flotación en la parte delantera, la persona que nos empuja tiene mucha más facilidad para pisar la parte delantera y que podamos salir de la silla de forma sencilla. Ocurre lo mismo cuando nos queremos volver a subir a la silla. Con otras sillas es un auténtico suplicio hundir la silla para que podamos bajarnos o subirnos a ella dentro del agua. Con la Tumboroller nos ha encantado este aspecto que consideramos determinante para muchas personas.
¿Cómo transportamos la Tumboroller?
Por último y no menos importante os queremos hablar de su portabilidad. La TumboRoller se puede plegar y desmontar sus ruedas. Necesitamos un maletero grande, pero es totalmente viable viajar con ella en nuestro vehículo. Cuando la sacamos del coche y le montamos las ruedas, se puede transportar plegada rodando de una forma sencilla y con muy poco esfuerzo.
Su uso en piscinas
Es curioso que la Tumboroller puede ser utilizada en piscinas que no estén adaptadas para facilitar la entrada y salida del usuario al agua. Es una maniobra que como se puede apreciar en el vídeo se hace sin demasiado esfuerzo y de nuevo nos encontramos con otro punto muy a favor de esta magnífica Tumboroller.
Sin ningún tipo de duda, para nosotros la Tumboroller se ha convertido en el mejor referente para aquellas personas que quieran disfrutar de la playa en todos los sentidos. No sabemos si calificarla como silla anfibia, como tumbona o como silla de baño pero sí podemos asegurar que bajo nuestro punto de vista no hemos encontrado ningún otro producto tan sencillo y que a la vez resuelva una necesidad de una manera tan brillante.
Poder disfrutar tanto del baño como del tiempo en la arena con las personas que nos acompañan, totalmente integrados gracias a su altura, es magnífico. Y no menos importante es la facilidad con la que se mueve y las entradas/salidas al mar. Un producto magnífico que recomendamos a todo el mundo.
La Tumboroller puede ser adquirida en vuestra ortopedia de confianza con un PVP Recomendado de 1.390 € + 10% IVA (con certificado 4% IVA).